“Al menos cuatro elementos son los que evalúa una persona al mudarse a otra ciudad: trabajo, educación, salud y conectividad aérea o terrestre a una capital o urbe de relevancia”, indica Palma Kucera, profesora del Centro de Estudios Inmobiliarios del ESE Business School. Muchos han optado por eso, y en se sentido hay sectores que son atractivos debido al incremento sostenido en su población. Por:
El cambio a una ciudad más pequeña alejado del ajetreo de las grandes urbes ha sido una tendencia que muchas personas están adoptando, sobre todo en el contexto de pandemia y a futuro. En ese sentido, existe consenso que factores como el trabajo, educación y salud son tres de los más importantes que una persona considera cuando se traslada a otro lugar.
Isabel Palma Kucera, profesora del Centro de Estudios Inmobiliarios del ESE Business School y gerente comercial de Inmobiliaria FG, indica que las familias y profesionales que se mudan a otras ciudades, «requieren una serie de servicios, dentro de los cuales son prioritarios el contar con buenos colegios y buena cobertura de salud. Es decir, las personas se mudarán fuera de la gran capital en la medida de que esa nueva ciudad les ofrezca buenas oportunidades laborales y calidad de vida para todos los miembros de la familia.
Es el caso de Puerto Montt y Puerto Varas con la industria del salmón, o Los Ángeles y la industria forestal y agrícola”. a su vez, existen ciudades que son más atractivas para profesionales jóvenes o grupos específicos, ya que valoran un atributo puntual. Por ejemplo, “zonas costeras en las cuales pueden desempeñarse en forma remota y practican deportes acuáticos, o el caso de Valdivia, que durante años se ha posicionado como un centro académicocientífico interesante.
También, hay ciudades que dado algún cambio en la estructura política han tenido un impulso potente en su crecimiento, como es el caso de Chillán y convertirse en la capital de una nueva región, debiendo acoger los servicios y profesionales que ello conlleva”, detalla la académica. Sin embargo, las ciudades que comienzan a desarrollarse y a crecer con más habitantes, requieren de una planificación urbana, que será vital para un crecimiento inteligente y eficiente.
En esa línea, Isabel Palma sostiene que en algunas ciudades se justifica pensar en la densificación equilibrada, incentivando la densificación del centro con mayor altura. «Habrá otras, en cambio, en que se justificará proveer de mayor conectividad y servicios nuevas zonas de desarrollo o terrenos aún por desarrollar.
El punto está en que la única manera de hacerlo es ordenadamente, en que las reglas del juego estén claras para desarrolladores y organismos públicos mediante una buena, conocida y respetada planificación”, dice Palma, y agrega: “quienes desarrollamos barrios y proyectos inmobiliarios no solo debemos entregar un edificio, sino también preocuparnos de que éste y sus habitantes sean un aporte al barrio y a su calidad de vida”. Espacios públicos Asimismo, la experta inmobiliaria sostiene que la industria tiene una responsabilidad importante «en el bienestar de las personas, y por ejemplo, la generación de espacios públicos de Calidad, que propicien la vida en comunidad. Esto es considerado uno de los principales factores de bienestar según varios estudios realizados. Barrios y ciudades con buenos y generosos espacios públicos están reconocidos por ser más felices y con menos criminalidad”, señala Isabel Palma.